jueves, 1 de marzo de 2012

...Akita Inu...

Perro Akita Inu, Originalmente la talla de los perros japoneses variaba de pequeña a mediana, no existían las razas grandes, pero en el área de Tohoku, una región situada en el extremo septentrional de la isla de Honshu, en Japón. El Clan Sarake en la región de Akita se dedicó a la cría de un perro de caza de tamaño mediano, un Akita Matagi (perro cazador de osos), alrededor de 1630-1870, según los registros históricos, esta raza la usaban para promover las peleas de perros, con el fin de levantar la moral de los hacendados. Posteriormente, la raza se cruzó con un perro que se cree fue Mastín propiedad del ingeniero alemán en minas estacionado en las minas de cobre de Kosaka, y con un perro de pelea Tossa (resultado del cruce de la raza japonesa de talla mediana Mastín Shikoku, por lo que se perdió la forma triangular redondeada de las orejas y la cola enroscada, que fueron las características originales de los Akitas en otro tiempo. En el año 1908, se prohibieron las peleas de perros y la opinión pública gradualmente favoreció la preservación de esta raza por parte de profesores y gente ilustrada. En 1919 se sancionó la ley para la preservación de los Monumentos Naturales, y como resultado del esfuerzo de los criadores para mejorar la raza tiempo después, en 1931, nueve excelentes perros de esta raza fueron declarados Monumentos Naturales y, en consecuencia, la raza se volvió muy popular. A finales de la 2ª Guerra Mundial, en 1945, se hizo un gran esfuerzo para eliminar la estirpe de los Mastines y otras razas extranjeras de los pocos Akitas que quedaban, lográndose estabilizar el linaje puro de los Akitas grandes que se conocen la actualidad. El Akita es el perro de mayor tamaño entre las siete razas japonesas puras declaradas monumento nacional por el Ministerio de Educación Nipón. En sus primeros momentos el Akita fue conocido como perro de Odate, este nombre pertenece a una ciudad que también se la conoce como "ciudad del perro" situada en la anteriormente nombrada prefectura Akita. En dicha ciudad se reunió el Headquarters Shows, en mayo de 1977. Entonces el nombre fue sustituido por Akita Inu. Fue el primer perro declarado monumento nacional en julio de 1931 con el afán de preservar la raza. Pero gracias al Señor Shigeie Izumi, alcalde de Odate que organizó en 1927 el Akita-Inu Hozonkai (Akiho), con el afán de preservar el Akita-Inu original. Esta organización se vio favorecida por el estudio del profesor Watase sobre el Akita. Dicho estudio proponía que el Akita fuese declarado monumento nacional y que se restaurara la raza. Si este profesor no hubiera mostrado tanto interés en salvar y conservar esta maravillosa raza nunca hubiéramos tenido la oportunidad de admirar ningún ejemplar de esta impresionante raza. Estuvo al borde de la extinción por diversas circunstancias: •En 1899 y 1924, Japón sufrió unas horribles epidemias de rabia. Fueron declarados oficialmente más de 3000 casos. A causa de esto muchos perros que vagabundeaban por las calles incluidos los Akitas fueron sacrificados. •Durante los siglos XVII y XVIII, el auge de las peleas de perros sobre todo en las zonas rurales, incrementó más el peligro de extinción del Akita como raza pura debido a que se buscaban perros más agresivos y de mayor tamaño. El Akita fue cruzado con el Tosa que era un perro luchador de la isla de Shikoku. Del resultado de estos cruces nació un perro llamado Shin-Akita, en el cual habia desaparecido el instinto de caza original del Akita y su carácter apacible. •Una de las circunstancias más importantes fueron los efectos de la Segunda Guerra Mundial sobre la población, por la falta de alimentos y productos de primera necesidad. Lógicamente ante estas carencias el mantenimiento de los perros pasó a un segundo plano. Se confeccionaron abrigos con la piel de los perros y de los gatos. A consecuencia de esto muchos Akitas fueron cazados, capturados y matados. Para salvaguardarlos de todo esto algunos Akitas fueron llevados a regiones muy recónditas dónde los agricultores fingían que los usaban para guarda. La leyenda de Akita se conoce por la entrañable historia de Hachiko, dónde demuestra una gran lealtad por su amo. Hachiko nació en Noviembre de 1923 en la prefectura de Odate, provincia de Akita al norte de Japón. Fue regalado al Dr. Eisaburu Ueno, profesor en el departamento de Agricultura de la Universidad de Tokio. Todas las mañanas, el perro caminaba junto a su dueño a la estación de tren Shibuya y todas las tardes a las tres en punto, iba a recibirlo a la misma. Pero el 21 de mayo de 1925, el profesor fue a la estación por la mañana y no regresó, falleció a causa de un fallo cardiaco. Aunque apenas tenía un año y medio de edad el fiel Hachiko, continuó regresando a la estación cada mañana y cada tarde para esperar a su amo durante 10 años, todo Tokio acabó conociendo la historia y cuidaron y alimentaron a Hachiko durante su larga espera. La noche del 7 de marzo de 1935, encontraron a Hachiko muerto en el mismo lugar donde había esperado a su dueño durante tantos años. En ese mismo lugar, en 1943 se erigió una estatua de bronce en honor a Hachiko. Lamentablemente poco después el gobierno confiscó y fundió todas las estatuas para fabricar armas durante la guerra. En 1948, el hijo de Teru Ando, Takeshi Ando, el escultor que creó la estatua original de Hachiko, realizó otra que fue erigida en el mismo lugar que la primera. Desde entonces, dicha estatua se ha convertido en un lugar de reunión para los amantes de los perros y en un punto de atracción turística en Tokio, si queréis ver la estatua, está delante de la estación de Shibuya.

1 comentario:

  1. Jo! que bonito, como me acuerdo de la pelicula Hachiko, es una preciosidad. Un besazo.

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